Estos días, viendo las imágenes aparecidas en todos los medios de comunicación, sobre los tangas imitando vello púbico de la Sra. Kardashian, he podido comprobar, con sorpresa y perplejidad, que esas prendas son exactamente iguales a mi pieza de escultura titulada Tanga, y realizada, en mi caso con cabello natural, en 2002, y exhibida en 2003 en Pontevedra dentro de la muestra «Ingravidez en Rojo», dedicada al cuerpo, la feminidad, y la identidad.
La obra surgía de una reflexión sobre lo íntimo, y lo público, sobre los límites entre lo natural y lo construido, utilizando el cabello -símbolo de identidad y de materia viva, habitualmente presente en mi trabajo-como elemento escultórico y poético.
Hoy, al ver esas imágenes y comentarios, siento la necesidad, de compartir este antecedente como parte de mi trayectoria y de una investigación artística que llevo desarrollando desde hace más de dos décadas, sobre cuerpo, identidad y sociedad, como así lo reflejan el resto de mis piezas en escultura o pintura.
Reivindicar la memoria de las obras también forma parte del proceso creativo.